La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, ha rubricado ya el anuncio de la relación alfabética de municipios de la provincia de Valencia de cara a las próximas elecciones. Este listado, repartido por partidos judiciales, revela un dato significativo si se compara con el publicado en 2019. Muestra, con ese cotejo, qué localidades suben en concejales y cuál baja. Ese detalle podría tener una consecuencia más allá del logístico de cambiar el mobiliario del salón de plenos, como informan desde el diario Valencia Plaza.
«El incremento de concejales ampliará la mayoría de quien gane las elecciones. Con el mismo número de votos obtendrá, proporcionalmente, mayor representación. La Ley d’ Hont beneficia a quienes más sufragios consiguen, sobre todo cuando aumenta la diferencia entre los partidos, y principalmente entre el primero y el segundo», anticipa un destacado dirigente socialista habituado a orquestar campañas electorales a escala comarcal.
Por su parte, un experimentado consultor político aporta una argumentación cualitativa respecto a ese incremento cuantitativo. «La clave consiste en averiguar dónde se ha producido ese crecimiento. Si ha sido en el casco urbano, de población que está implicada en la vida social y que forma parte del tejido asociativo, lo lógico es que mantendrá la misma tendencia que el resto de ciudadanía y no se producirá una alteración en la dinámica del voto», reflexiona.
«En cambio, si el aumento ha tenido lugar en zonas periféricas, como chalés, pedanías o urbanizaciones, la situación varía. Pueden respaldar más a partidos independientes, nacidos en las propias zonas de donde son y que siguen una línea propia, diferente a los tradicionales del casco urbano», continúa abundando.
Hay cambios significativos en la provincia, como son los casos de Benicull, en el partido judicial de Alzira, que también sube en ediles al rebasar los mil habitantes y tendrá nueve y ya no siete.
El otro cambio lo sufre Ademuz, la que será la única población que pierde representación. Cae de nueve a siete munícipes al bajar del millar de vecinos. El reparto electoral evidencia en Ademuz el drama de la despoblación en el interior de la provincia.