La finca del número 56 de la calle San Francisco de Teruel, a menos de cien metros de la que se hundió el pasado día trece, ha sido desalojada la madrugada de este jueves debido a la aparición de grietas en el edificio.
La finca consta de trece viviendas, de las cuales la gran mayoría estaban habitadas. Los vecinos han alertado a la Policía Local de que se escuchaban ruidos y de que había aparecido alguna grieta.
Tras una primera inspección del edificio, se ha ordenado su desalojo. Las familias han sido realojadas en viviendas de parientes o en hoteles.
Posteriormente, las inspecciones técnicas no han detectado daños estructurales en la finca, por lo que sus moradores pueden regresar a casa.
Por otro lado, el desalojo de las nueve familias que vivían en la finca contigua a la que se derrumbó se prolongará por tiempo indefinido tras los daños sufridos durante el hundimiento, que provocó destrozos en el ático y también en la segunda planta del número 19. Los residentes se han reubicado temporalmente en casas proporcionadas por el Ayuntamiento o de familiares.
El colapsó del inmueble que ocupaba el número 21 obligó a desalojar los 21 pisos de este edificio, pero también de los números 19 y 23. Los 28 pisos de los números 23-25 han podido ser reocupados al constatarse la seguridad del edificio, salvo los 11 que lindan con la finca desaparecida.
De las nueve familias desalojadas del número 19, tres formaron parte de la primera ronda de realojos en pisos llevada a cabo por el Ayuntamiento –el número total de familias realojadas se eleva a 12– al tratarse de vecinos sin alternativa residencial.