La exclusión financiera golpea con fuerza al Rincón de Ademuz tras el cierre de la oficina del Banco Santander, dejando a cerca de 2.000 vecinos con tan solo dos sucursales en toda la comarca. La clausura de esta oficina se produjo en octubre tras la jubilación de su única empleada, lo que ha obligado a numerosos habitantes, especialmente personas mayores, a desplazarse hasta Valencia o Teruel para realizar gestiones bancarias.
El cierre de la sucursal ha afectado a siete municipios de la comarca, agravando la falta de acceso a servicios bancarios. De las dos entidades que aún permanecen en la zona, una de ellas solo abre algunos días para permitir operaciones en caja, lo que ha generado importantes dificultades para los vecinos, muchos de los cuales dependen del dinero en efectivo para su día a día / LEER NOTICIA COMPLETA