Los vecinos de ambas localidades se reencontraron en la ermita de La Hoya de la Carrasca, como cada 25 de mayo, para rendir homenaje a la santa en una tradición centenaria que simboliza la unión entre comunidades
Este sábado 25 de mayo, dos pueblos hermanos de distintas comunidades autónomas —Puebla de San Miguel, en la Comunitat Valenciana, y Arcos de las Salinas, en Aragón— se dieron cita un año más para celebrar una romería única en honor a Santa Quiteria. La aldea de La Hoya de la Carrasca, ubicada en término de Arcos pero con fuertes vínculos con ambas localidades, fue el escenario de esta emotiva jornada de hermandad y fe / Fotografías y texto: M Pilar Pinazo
La tradición, que se remonta a varios siglos atrás, reúne cada primavera a romeros y vecinos de ambas localidades en torno a la pequeña ermita dedicada a Santa Quiteria. Los descendientes de La Hoya de la Carrasca fueron los encargados de sacar en procesión la imagen de la santa desde la ermita hasta el punto de encuentro con los romeros procedentes de Puebla de San Miguel. Este emotivo momento de convergencia simboliza la unión entre ambos pueblos y sus gentes, separados por un límite autonómico pero unidos por la devoción.
Tras la llegada de los romeros y la procesión conjunta, el párroco de Puebla de San Miguel ofició la Santa Misa al aire libre, en un ambiente de recogimiento, naturaleza y fervor religioso. Como es costumbre, tras la ceremonia religiosa los organizadores de la fiesta de La Hoya de la Carrasca ofrecieron a todos los asistentes pastas y refrescos, en una muestra de hospitalidad que refuerza los lazos comunitarios.
La jornada continuó con la tradicional subida hasta El Collado del Calderón, donde tuvo lugar otro de los momentos más esperados del día: la entrega del típico mollete bendecido, ofrecido por los caridaderos de Puebla de San Miguel. Este pan tradicional, símbolo de protección y bendición, fue recibido con emoción por los participantes, que conservarán el recuerdo de esta romería hasta el próximo año.
