Llega el verano y con él, las altas temperaturas y los golpes de calor. Durante este periodo del año, las personas más vulnerables son la tercera edad. Paloma González, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología, insiste en la importancia de la hidratación para hacer frente a los posibles golpes de calor. Las personas mayores tienen menor sensación de sed por lo que resulta imprescindible hacer hincapié en ello, explica la doctora González.
Los golpes de calor se dan con más frecuencia entre personas mayores a los 65 años por lo que la presidenta incide en el riesgo que existe en las personas dependientes o con una patología de base. Los cuidadores deben asegurarse de proporcionar líquidos en forma de agua o gelatinas, en caso de que haya problemas en la deglución.
Algunas estrategias que nos recomienda Paloma González para evitar golpes de calor son:
• Estar a la sombra
• Evitar el sol directo especialmente en las horas centrales del día
• Ventilar la casa por la noche o en horas de menos calor
• Cerrar las ventanas y bajar las persianas durante el día
• Vestir ropa fresca
• Consumir comidas ligeras
• Hidratarse frecuentemente
Para saber si una persona mayor está sufriendo un golpe de calor, desde la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología hacen hincapié en que se ha de estar atentos a los síntomas como mareos, disminución del nivel de conciencia, tensión baja y párpados cerrados.
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