Deporte

La IX Subida al Peloto ya es historia tras su celebración este fin de semana en Casas Bajas. La realización de la prueba ha vuelto a poner a este pequeño municipio del interior valenciano en el mapa por diversos motivos.

La prueba ha vuelto a lograr un dato impensable como es el de que los participantes de la prueba hayan duplicado a la población censada, suponiendo con ello que el pueblo haya recibido a más de mil visitantes con el impacto económico y turístico que ello conlleva.

No es casualidad que esto suceda, ya que la organización persigue desde hace varios años una profesionalización del evento a pasos agigantados con un objetivo claro: el exquisito trato a los participantes y la celebración de un fin de semana repleto de eventos para todos los públicos.

Por ello, a pesar de que la carrera se celebró ayer domingo 11 de junio, desde el viernes por la tarde ya se vivía un ambiente más que animado por las calles del pueblo. El sábado desde primera hora ya comenzaron las actividades para los más pequeños con la realización de un mural participativo y un taller de chapas junto al aperitivo popular que se celebró en el Molino para congregar a todos los vecinos.

El sábado por la tarde tuvo lugar la tradicional carrera del «Mini Peloto» para niños y niñas desde los 3 años hasta los 12, congregando a 100 futuros atletas de Casas Bajas y de los diferentes pueblos de alrededor. Seguidamente, se celebró la novedosa I Subida Vertical, una prueba cronometrada que trataba de una distancia de 2,7 kms con 300 metros de desnivel positivo acumulado.

El domingo llegaba el día «grande» con la celebración de la modalidad de 13k+500 y de 30k+1500, donde cerca de 300 inscritos recorrieron los montes de Casas Bajas, declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO con la retransmisión de la carrera en directo por Youtube.

La carrera dejó diferentes ganadores en sus respectivas modalidades y categorías, pero la gran triunfadora de la mañana fue Carmen Antón, una vecina de Casas Bajas que a sus 80 años demostró ser un ejemplo de vitalidad y superación para todos los presentes al realizar la carrera de 13k+500.

A su llegada a meta provocó uno de los momentos más emotivos que se han vivido en los 9 años de historia de esta carrera, reuniendo a prácticamente todo el pueblo en línea de meta para recibirla con un caluroso aplauso de reconocimiento.

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