Durante una campaña especial de vigilancia y control del transporte escolar llevada a cabo por la Guardia Civil de Tráfico del Subsector de Teruel entre los días 18 y 22 de noviembre, se inspeccionaron más de 60 vehículos dedicados a este servicio en diferentes localidades de la provincia. Estas acciones forman parte del programa impulsado por la Dirección General de Tráfico (DGT) para garantizar la seguridad en el transporte de estudiantes.
Durante las inspecciones, los agentes verificaron la documentación necesaria para la prestación del servicio, el estado técnico de los vehículos, la correcta instalación y uso de cinturones de seguridad y sistemas de retención, así como las habilitaciones correspondientes de los conductores.
El resultado de estas verificaciones fue la interposición de 21 denuncias por infracciones a la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres. Además, cinco conductores fueron sancionados por incumplimientos de la Ley de Seguridad Vial y sus reglamentos.
La Guardia Civil destaca que, aunque la normativa en este sector es muy exigente, en general, las empresas y profesionales del transporte escolar suelen cumplir con los estándares establecidos. Este tipo de controles periódicos refuerzan la seguridad y minimizan la siniestralidad en un sector que se considera seguro.
La campaña también pone de relieve la importancia de mantener altos estándares de seguridad en el transporte de menores, asegurando que tanto vehículos como conductores cumplan con las normativas necesarias para proteger a los usuarios más jóvenes.